De SERGIO CANO

24 diciembre 2005

¿HUMOR?

Hacer reír a la gente puede ser todo un arte, un despliegue de genialidad, de comunicación.
Pero hacer reír también puede ser demasiado fácil y, por supuesto, dañino, no solo para la persona víctima del embate humorístico, sino para los valores de una sociedad.
La broma de la COPE puede tener dos puntos de vista. Uno, el de la libertad de expresión, la mera broma sin trascendencia, la gracia fácil, el “tampoco es para tanto”. Otro, el hecho de que un grupúsculo de “cachondos” que comen de la mano de la Iglesia se metan de manera infame, lamentable, con dos personajes relevantes con los que antipatiza la cadena de los obispos: el Presidente del Gobierno de España y el que va a ser Presidente de Bolivia.
¿Qué pasa? Pasar, no pasa nada, pero el humor, la gracia, el chiste, termina donde empieza la falta de respeto, y el lector solo tiene que darse una vuelta por el dial para calibrar la inmundicia que se vierte a diario por la COPE. Porque informar con veracidad, opinar con argumentos, es otra cosa distinta a elevar, sólo por poner un ejemplo, a Nestor Kirchner a la categoría de “el Dioni de la Pampa”. No es nuevo. Conviene recordar la poca catadura moral de estos sujetos del Grupo Risa mofándose de los inmigrantes que saltan las vallas de Ceuta y Melilla.
La Iglesia, tras el affaire, se ha disculpado por lo sucedido. “Nunca ha sido su intención faltar al respeto al presidente electo de Bolivia”. Perdonen, discrepo. Posiblemente intención de la propia CEE no, pero, casi seguro, de los conductores del programa. Total, no iba a ser la primera vez que se cuestionase esta actitud de la cadena por parte de la Conferencia Episcopal, especialmente tras oír a Martínez Camino.
Sinceramente, no creo que la imagen del gobierno de España quede dañada en Iberoamérica. Por el contrario, sí que me preocupa la imagen que se va a tener a partir de ahora al otro lado del Atlántico de nuestros medios de comunicación, por la, una vez más, rechazable actitud de la COPE.
Se han disculpado, total, el mal ya está hecho, pero no hay que olvidar una cosa: la suplantación de personalidad es delito. Que se tomen medidas.

21 diciembre 2005

BOADELLA

¿Quién le iba a decir a Albert Boadella, la “provocación”, hace 30 años que algún día le llamarían fascista? ¿Quién se lo iba a decir aquel 16 de diciembre de 1977, cuando ingresó en prisión acusado de injuriar a la autoridad militar y a la Guardia Civil en la obra La torna? ¿Quién se lo iba a decir cuando se fugó de la cárcel, cuando se exilió en Francia, cuando le volvieron a detener? ¿Quién se lo iba a decir cuando durante el franquismo hizo de Els Joglars una de las referencias del catalanismo (que no nacionalismo)? ¿Quién se lo iba a decir a esta persona que no ha dudado jamás en desplegar su artillería cargada de ironía y crítica contra generales, dictadores, políticos? Los chavales, maulets o como se llamen, de ERC, quienes quizás no tendrían la oportunidad de reventar el acto de presentación de un movimiento democrático (Ciutadans per Catalunya) si no fuera porque gente como Boadella tuvo que estar en la cárcel, tuvieron la osadía de llamarle fascista. Contradicciones. Los nacionalismos son así, por eso no me gustan. “Recuerdan la entrada de falangistas y fachas en las asambleas democráticas"; no le falta razón al director de Els Joglars.
Y es que este mundo que nos está tocando vivir está lleno, repleto de contradicciones.
Ahora algunos se denominan “políticamente incorrectos”. Lo políticamente incorrecto es lo que toda la vida ha sido, realmente, lo políticamente correcto. A saber: lo clerical, lo beato, lo cañí, lo conservador, lo inmovilista, lo reaccionario, lo conformista, lo nacionalcatólico. Hacen suyo el “venceréis pero no convenceréis”. Eso, ahora, es políticamente incorrecto. No deja de ser contradictorio.
En cualquier caso, si alguien ha sido verdaderamente “políticamente incorrecto” ha sido Boadella. Eso es indiscutible. Tiene, en este sentido, un historial limpio de polvo y paja. Y él sí tiene mérito.

CATÁLOGO DE ALUDIDOS

...Pues no! Los "cazamasones" no han pasado desapercibidos. He aquí los comentarios que circulan por la red sobre este artículo. Por supuesto incluyo el del "histeriador" más famoso del reino, Pío Moa (ex-terrorista del GRAPO ahora reinsertado como ideólogo del PP), después de que apareciera en el blog de ARCADI ESPADA.

  • 1) RÉPLICA DE PÍO MOA AL ARTÍCULO "LOS CAZAMASONES".
    El señor Sergio Cano, en su artículo “Los cazamasones” me ataca por señalar que la masonería bien pudiera estar detrás de las actuales campañas contra la Iglesia, contra la enseñanza religiosa, en pro de los “matrimonios” homosexuales y otras actividades muy del momento. Creo que, en efecto, es muy probable que así sea, pues el socavamiento de cuanto signifique catolicismo es una larga tradición en la masonería. Por supuesto, señalarlo no significa convertirme en “cazamasones”, ni significa una actividad antidemocrática, sino precisamente lo contrario: consiste en ejercitar mi libertad de expresión exactamente como hacen los masones con sus campañas. Con el mismo derecho. Al identificar este derecho legítimo con la represión franquista, que hoy no existe, el señor Cano intenta evidentemente confundir al lector.
    Pero ocurre que la masonería, como sociedad secreta (“discreta”, dicen ellos), prefiere ejercer sus presiones sin que se les note y se les señale, es decir, de manera muy poco abierta y muy poco democrática. Creo que uno de los males de la república fue que en las primeras Cortes republicanas había más masones que miembros de cualquier partido. Masones distribuidos en varios de esos partidos, lo que les permitía ejercer una influencia “discreta” y desde luego antidemocrática, manifiesta, por ejemplo, en una Constitución no laica, sino anticatólica, que atacaba los sentimientos de más de la mitad de los españoles y vulneraba derechos elementales.
    Al decir estas cosas no me convierto en un “cazamasones”. Me limito a decir algo sobradamente conocido hoy día, aplicando mi derecho a expresarme, que es una forma de fortalecer la democracia.

    Pío Moa
  • 2) TAMPOCO HA PASADO DESAPERCIBIDO PARA LOS REPUBLICANOS: UNIDAD CÍVICA POR LA REPÚBLICA.
  • 3) NI PARA LOS PROPIOS MASONES (Blog dedicado a la masonería)

03 octubre 2005

LOS CAZAMASONES

Créanme. Cada vez estoy más sorprendido por la pretenciosa manía que están teniendo ciertos personajes de recurrir a conceptos que en una España democrática se creían superados, tolerados o comprendidos. Y es que desde el 14-M algunos sectores afines al antiguo régimen (el mismo al que el pueblo español retiró su confianza mandándole a la oposición), están derivando hacia el uso diario de un lenguaje, cuando menos trasnochado y ciertamente surrealista. El objetivo: meter el miedo en el cuerpo al personal, esta vez volviendo a conjugar el batiburillo conceptual masonería = anticlericalismo = enemigos de España, al tiempo que intentar desautorizar la labor de un gobierno supuestamente lleno de masones, o sea, según los parámetros de pensamiento de estos señores, poco menos que unos criminales. Uno, perplejo, que aún cree en la validez del artículo 16 de la Constitución Española, considera esta deriva incriminatoria propia de la franquista Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, como demencial.
La masonería, ese espectro al que en otro tiempo se acudió para achacar los males de España se intenta volver a poner de moda. De eso se están encargando muchos, pero son el historiador preferido de la Fundación Francisco Franco Ricardo de la Cierva, César Vidal y el presunto historiador Pío Moa los abanderados de liderar el movimiento a favor de desenmascarar los masones del gobierno socialista. El punto de inflexión que ha impulsado a estas personas y a los medios desde los que catapultan sus acusaciones son al parecer las leyes anticlericales del gobierno de Zapatero, similares a las defendidas por la masonería de la II República. Para ello, no dudan en unir de la mano izquierda y masonería, obviando cualquier relación entre derecha y masonería, algo que no se corresponde con la realidad histórica ya que también ha habido muchos masones de derechas, los hay en el PP y los hay católicos practicantes. El primer paso fue vincular los ataques del 11-M a una confabulación masónica contra España (expresiones de otro tiempo y otros personajes trasladadas a hoy); después han venido los pasos de establecer árboles genealógicos de masones como los del presidente Zapatero, al que se acusa de que su abuelo fuese masón; después el de descubrir masones en el Gobierno, como según de la Cierva es el caso de Zapatero y el de los ministros Alonso y Bono, entre otros. Bajo el título de “Rodríguez Zapatero es masón” asevera Ricardo de la Cierva en el semanario ultracatólico Alba de mayo: «La política ferozmente anticristiana y anticatólica de Zapatero en temas como las relaciones con la Iglesia, el ‘matrimonio’ homosexual, la reforma educativa, etcétera, está dirigida a erradicar la influencia de la Iglesia en la sociedad. Eso es la masonería.». Este mismo personaje, inmerso aún hoy en día en la famosa Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo de 1940, en su papel de Cazamasones, tilda (acusa) ahora también de masón al Ministro de Defensa, José Bono.
La cuestión es que independientemente de que unos sean o no masones (vuelvo al artículo 16 de la Constitución Española), ciertos sectores extremistas a los que desde hace poco se les está dando cancha siguen empecinados en levantar el fantasma de la conspiración judeo-masónica que acecha a España.
La consecuencia: algunos están perdiendo el norte, el sentido del tiempo en el que están viviendo; otros, los políticos que arropan y patrocinan a estos personajes quedan automáticamente desautorizados para reivindicar eso que llaman centro o el verdadero liberalismo y eso que pretenden: hablar de futuro. ¿Qué ha quedado del centro-derecha, moderno, europeo que se pretendía construir en este país? Pues, si es que algo había, no ha quedado nada.

17 septiembre 2005

EL FUTURO DE MARIANO

Y Mariano dice: “a partir de hoy, aquí solo se habla de futuro”. Y Mariano añade “lo que pasó en su día ya ha pasado”.
¿Cómo ha llegado Mariano a esta conclusión tras meses de visceral oposición?, ¿cómo ha decidido marcar un punto de inflexión, un borrón y cuenta nueva, en su trabajo político diario? También asevera Mariano que está en condiciones de ganar las elecciones. El que no se consuela es porque no puede.
Esta declaración la hacía el ¿líder? del PP el mismo día que la encuesta “España hoy” de “Expansión” que arroja un desalentador panorama para el tándem Mariano, Ángel y Eduardo: un 55% de los españoles califica de mala o muy mala su gestión en la oposición,… y bajando… Y eso después del veranito más que caliente que ha tenido España. Una de dos, o los de “Expansión” se han subido al carro de la confabulación polanquista anti-PP, o mucho me temo que van a llevar razón, y reflejan la fotografía de una sociedad que está harta de pirómanos sociales, crispadores underground, pancarteros de nueva planta que nos meten el miedo en el cuerpo día sí y día también, y un largo etcétera de individuos que reclaman un centro político (que no existe) desde posiciones extremadamente derechistas. Día tras día se comprueba.
Pero toca hablar de futuro, y los que hace días se echaron a la calle para protestar por la llamada “Ley de matrimonios homosexuales”, se quedan en Génova 13 y no presentan recurso al Constitucional contra la reforma del Código Civil. ¿Qué les ha pasado? ¿ahora les place la Ley? ¿Cómo va a rentabilizar Mariano esta desubicación ideológica?
“A partir de hoy, aquí sólo se habla de futuro”. Mientras tanto, el sr. Aznar divaga por el mundo echando todas pestes habidas y por haber sobre el actual gobierno de nuestro país. Mientras tanto, el sr. Acebes es el encargado de coordinar el Congreso del inmediato futuro. Mientras tanto, Zaplana sigue “arreando niebla” sin medir las consecuencias (para el PP, a la vista está) de lo que sale por esa boquita. Mientras tanto, el PP se mueve a golpe de esCOPEtazo.
Hay… Mariano… el futuro…

11 septiembre 2005

METÁFORAS

Que Telemadrid es la gran baza del PP, no sólo de Esperanza Aguirre, sino del partido a nivel nacional, es algo que día a día se ha demostrado desde que esta señora se hizo cargo de la Presidencia de la Comunidad. Pero vamos, de ahí a que el señor Manuel Soriano lo confirme sin tapujos, sin ningún tipo de complejos, sin vergüenza, hay mucho trecho. Sí. Porque eso de “el bastión en la defensa de España” además de sonarle a uno a caspa neofranquista del siglo XXI, no deja de ser una simple metáfora que viene a confirmar las posiciones políticas decididamente marcadas en las que se encuadra el ente público madrileño. Pero claro, con esto no he descubierto nada; a los hechos me remito. Y, por supuesto, por si a alguien no le queda claro, este señor redondea desconfiando de la “inocencia ideológica de las televisiones”. Claro, él es el primero que carece de esa inocencia, él es el primero que siembra desconfianza.
Pero veamos en los próximos días qué va a ser eso del “bastión en la defensa de España”. A nadie se le escapa que los políticos son los primeros interesados en que esa supuesta “inocencia ideológica” se maquille con mayor o menor decoro de forma que sirva a sus intereses, olvidando que están manipulando (no informando) con el dinero de todos. Este señor, un político, ni siquiera se ha puesto el maquillaje y su posicionamiento deja en el otro extremo a otros medios públicos, RTVE incluída, (de los privados no hablo) al los cuales parece colocar el sambenito de “Anti-España”.
Con esta Telemadrid, los NO-DOS de Urdaci se quedan en mantillas.

06 julio 2005

TERREMOTO EN GÉNOVA

Sinceramente, no entiendo que ahora Piqué salga retractándose de lo dicho ayer sobre que Zaplana y Acebes forman parte del pasado del Partido Popular. Si lo dijo es porque lo piensa. Si lo piensa es que algo gordo se aproxima en el PP.
No entiendo que ayer cuando en los medios de comunicación hizo esas afirmaciones, no sopesara la tormenta que iba a desatar en el seno de Génova 13. Y no lo comprendo, insisto, porque en esta casa, tras la espiral de derrotas electorales que dejan un poso de frustración y crispación constante (como día a día se demuestra de puertas afuera y puertas adentro), tras los desencuentros entre pesos pesados como Camps y Zaplana o Gallardón y Aguirre, tras la persistente puesta en cuestión del liderazgo de Rajoy y, especialmente, tras perder el gran bastión de la derecha, el granero de votos, que es Galicia con sus consecuentes problemas de sucesión (que vienen, pronto, y con una fuerza aún por determinar), un político del calibre de Josep Piqué si quiera especulase con la posibilidad que cuestionar al número 2 y número 3 (y se lee entre líneas que al número 1) del PP, abriese la Caja de Pandora entre los populares. Como no es nuevo Piqué en esto de la política, como ha sido Ministro de Asuntos Exteriores haciendo del lenguaje diplomático su herramienta, y como ha ocupado el cargo de Portavoz del Gobierno de Aznar, vuelvo a insistir, no creo que fuese una simple metedura de pata, sino la punta de un iceberg que encierra algo más que rencillas y malentendidos.
Y es que en el poder todo es una piña, parece sólido, unido, garantía de estabilidad, pero en la oposición… Desde luego, este es un paso más hacia cambios de caras y de estrategias en el PP: ¿salpicará esto a corto plazo a la primera línea de la cúpula popular (los aludidos por Piqué)?, o por el contrario ¿habrá cavado el propio Piqué su propia tumba?, ¿supondrá esto un punto de inflexión en un retorno al centro-derecha, de momento abandonado, o seguirá el PP instalado en posiciones ultraconservadoras y convulsas?. Habrá movimientos seguro, aunque los grados en la Escala Richter aún están por medir.
En fin, no es oro todo lo que relucía hace algo más de un año entre los peperos.

21 junio 2005

LA CAVERNA AL DESCUBIERTO.

Mientras los dirigentes del PP (integristas legionarios los que más) se quejan del acoso manipulativo al que están siendo sometidos cuando se les acusa de ir contra los homosexuales, este lunes, nuestros “populares” plantaron en el Senado a su experto: su baza, su argumento, su garantía. Aquilino Polaino Lorente, nombre del experto, justificó lo que catalogó como perfil psicopatológico de los homosexuales que han sido educados por padres "hostiles, alcohólicos, distantes" y por madres "sobreprotectoras". ¡Casi nada! En la misma Cámara Alta, el senador del PP Agustín Conde alabó “como no podía ser de otra forma” la tesis de este señor. Polaina igualmente firmó un estudio de Hazteoir.org, que asegura que el 29% de los padres que ha violado a sus hijos son homosexuales, frente al 0,6% que eran heterosexuales. A uno no le salen las cuentas: 29% son homosexuales violadores de hijos + 0,6 heterosexuales violadores de hijos = 29,6. El 70,4% de violadores de sus hijos, restante ¿qué son? Este informe también se presentaba en nuestro Senado avalado por el Partido Popular.
Ahora, cuando saltan las alarmas sobre una intervención que no dejó indiferente a nadie, cuando periódicos como El Mundo hablan de “gol en propia meta” de los señores del PP, cuando votantes de este partido, algunos homosexuales, otros no pero instalados en posiciones más tolerantes, ponen el grito en el cielo, ahora, salen los mismos que encajaron a este señor en la sesión del Senado como contrapeso a la iniciativa del gobierno, discrepando de su opinión. Ahora salta Zaplana diciendo que “ve fuera de la realidad” al señor Polaino, Pío García Escudero (portavoz del PP en el Senado) ha manifestado su “absoluto rechazo” a lo dicho por este señor. Digo yo: ¿es que cuando pensaron en este venerable hombre, acaso no conocían sus teorías? En ese caso, yo lo calificaría de un acto de estulticia de lo más extremo. Pero resultaría increíble no saber con quién se cuenta en una comisión de expertos para un asunto tan delicado. En todo caso, si los mismos que lo facultan antes de su intervención, tras el revuelo evidente lo desacreditan, al pobre hombre lo que le hacen es una gran putada. Increíble, pero cierto: ¡lo que se puede hacer por un puñado de votos!
Al hilo de este ambiente hay algo que me llama, y mucho, la atención: se oyen ecos desde la caverna que incitan a reclamar el 18-J como una especie de “Día del Orgullo Heterosexual”. No entiendo: ¿acaso se nos está discriminando a los heterosexuales? ¿se nos arremete continuamente? ¿se nos rechaza socialmente? ¿somos unos incomprendidos? ¿tan mal estamos?. Evidentemente creo, espero, que esta opción, absolutamente frentista, no tendrá relevancia.
Mientras tanto, la realidad es otra: de cada diez expertos, siete no comparten estas teorías y no ven con esos ojos los niños que crecen en familias monoparentales. Ahí está la investigación realizada en 2002 por la Universidad de Sevilla con el Colegio Oficial de Psicólogos y la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid; ahí están los informes de María del Mar González, profesora de Psicología Evolutiva de la Universidad de Sevilla, o el de Ángel Bao, psicólogo y técnico de acogimiento familiar, o el de Fernando Chacón, decano del Colegio de Psicólogos de Madrid.
Malos tiempos para la caverna.

15 junio 2005

¿ESPAÑA A LA CALLE?

No es nueva (se ha hecho siempre) la tentadora pretensión que tiene la derecha española de identificarse a sí misma como la única y exclusiva España. En otras palabras: reducir España a ellos mismos. En otras palabras: ellos son España, los demás no.
Resulta hoy en día, pasadas las puertas del siglo XXI, preocupante esta ancestral y rancia tesis de apropiarse de la identidad española como rasgo cotado y característico de la derecha. Pero es especialmente alarmante porque tiene como eje transversal la exclusión del adversario de esta condición, sospechándole, cuando no despojándole, de su nacionalidad y colgándole el nada gratificante galón de enemigo de España, traidor a la patria, confabulador, títere, pelele o vendido a los enemigos de la nación. Son estas unas proclamas más propias de otros tiempos y que parecían superadas.
Estos postulados ya los creía yo desterrados en los libros de escuela de la etapa preconstitucional y en rinconcitos ultrareaccionarios que aún furulan por ahí. Pero no.
Digo esto porque ahora que el PP ha decidido basar su estrategia de acoso y derribo en la organización de una completa agenda de manifestaciones, transporte y manutención incluidos, ya no se manifiestan los sectarios, ni los socialcomunistas, ni los irresponsables, ni los antiespañoles, ni los enemigos de nuestros intereses, ni los manipuladores, ni los amigos de los dictadores, ni los titiriteros, ni los pancarteros, ni los perros que ladran su resentimiento por las esquinas… Ahora se manifiesta España.
¿Se manifiesta España? Sí, se manifiesta España. Que salen a la calle 250.000 personas bajo la sombra de las alas de la gaviota azul: ¡se manifiesta España! Que ahora toca el turno a 30 o 40.000 personas disconformes con decisión de devolver unos expedientes a Cataluña: ¡se manifiesta España! Que el día de mañana invaden las calles de Madrid nosecuantasmil cristianas almas en protesta por el matrimonio homosexual: seguro que va a ser España entera la que se manifieste.
La realidad es otra: una parte de la derecha (autodenominada España) sale a la calle contra lo que el Parlamento español aprueba democráticamente. Se lanza constantemente la sospecha de que en este país se legisla y gobierna contra un grupo determinado de personas. Se exprime repetidamente la falacia de que en España no gobierna la mayoría, sino la minoría. ¿Resentimiento como consecuencia su impotencia parlamentaria? ¿Una búsqueda desesperada de la deslegitimación de la soberanía popular? Allá ellos.
La manifestación es un derecho cívico, sí, y muy respetable, faltaría más, y me alegro de que se ejerza (con sensatez y civismo, claro), pero sólo hace falta que los que hace pocos años ladraban su resentimiento por las esquinas echen mano de hemeroteca para sacar las vergüenzas y medir el inmenso diámetro de la capa de hipocresía que rodea a nuestros “populares”.
Es inmoral que uno se apropie de lo que no es suyo. Por eso es bueno ver que el PP ahora se da cuenta de que la calle no es de izquierdas, ni de derechas, sino que es de la gente. Por eso, sería igualmente bueno que se percatase que España, ser español, no es condición de derechas, ni de izquierdas, es de muchos millones de personas que con diferentes formas de concebir la construcción de un país superan a sus diez millones de votantes.

08 junio 2005

__________OTRA VISIÓN DE LA MANIFESTACIÓN DEL SÁBADO.

La manifestación del pasado sábado en Madrid contra el gobierno está dando mucho que hablar. Eso se sabía de antemano.
Pese al baile de cifras de unos y otros, una cosa quedó clara: las víctimas tienen voz, se les debe un profundo respeto, el Estado les debe escuchar, pero ¿deben marcar las directrices de la política antiterrorista de un gobierno? Es más ¿debe el PP hacer su oposición apoyándose en una parte de las víctimas frente a las decisiones que toma en mayoría el Congreso?
Ahora se está cerca de dar la puntilla final a ETA gracias a un proceso que se extiende desde los primeros pasos de nuestra democracia, en los últimos años no se había interferido en la política antiterrorista del PP, y todos los gobiernos de nuestra joven democracia, incluido el de Aznar, han negociado con la banda terrorista ETA (bueno, Aznar, por dos veces, lo hacía con lo que dulcemente denominó Movimiento de Liberación Nacional Vasco). Pero bueno, si ahora Aznar cambia de opinión, está contra la negociación contra ETA y tiene la oportunidad de salir a la calle aclamado como “presidente” en una manifestación supuestamente no politizada está en su derecho, es libre; ya cambió de opinión con la Constitución Española de 1978, antes rechazada, ahora patrimonializada.
Ante todo, una cosa queda clara, y de lo que me alegro: la derecha dura, la del “sí a la guerra”, comprende que también puede ejercer su derecho a manifestarse, que es un instrumento que tiene en su mano si lo hace de forma pacífica. Las “manifas” no solo son de izquierdas, por lo que no se deben ridiculizar por si algún día hay que echar mano de alguna. Así se ha hecho otras veces cuando los entonces denominados “pancarteros” estaban contra una guerra, ilegal y fundamentada en mentiras. “La izquierda saca sus perros a la calle” decía el famoso titular de La Razón cuando las manifestaciones contra la Guerra de Irak. Pero la derecha ya sale a la calle. Bien. Vamos avanzando. Por el contrario, hay algo de lo que no me alegro tanto: la politización, el barrer para su corral, de los sentimientos de personas que, por su condición de víctimas, porque han perdido a sus seres queridos o han sufrido en sus propias carnes atentados, extorsiones o amenazas, son especialmente sensibles; el utilizar a la masa que se manifestaba bajo el respetable lema “Por ellos por todos. Negociación en mi nombre ¡no!”, para taparlos bajo un detestable y miserable “zETAp”, para que grupos pidiesen la pena de muerte en otras pancartas. Tampoco me gustaron los insultos, que los hubo, y muchos; ni los ataques, que también las hubo, contra, por ejemplo, los periodistas de la Televisión Autonómica de Castilla-La Mancha a los que se agredió físicamente por hacer su trabajo. Tampoco me gusta que se quejen de manipulación informativa de TVE los que la ha hecho durante años y ahora se escudan bajo el manto de la Telemadrid de Esperanza Aguirre. Pero lo que menos me gusta de todo es el evidente, vergonzoso, continuado, estudiado y no acabado linchamiento mediático de Pilar Manjón; quien está a la que cae para desacreditarla, se desacredita solo. Todo esto, seguro, no lo hacen las víctimas del terrorismo; todo esto tiene siglas políticas, tiene carnet.
Se nos ha dicho hasta la saciedad que la manifestación no ha estado politizada. Muchas de las consignas lanzadas, militantes de nuevas generaciones con el carnet de “organización”, los autobuses fletados desde las diferentes sedes del PP o la importancia que han dado los populares a engordar el número de manifestantes hablan por sí mismos.
El PP dice que mientras se habla de negociación se dan alas a ETA. El PSOE, por su parte, dice que mientras se habla de negociación se detienen, extraditan y juzgan terroristas. Hemos de recordar que el pasado 17 de mayo se aprobó por 192 votos a favor contra 147 que el gobierno negociaría con ETA sin contrapartidas políticas, siempre y cuando se abandonasen las armas. Vamos, lo mínimo, algo parecido al punto 10 del Pacto de Ajuria Enea, entonces firmado por todos los partidos democráticos, solo que ahora hay una diferencia: sí que se puede consumar.
Nadie debe ponerse la pegatina de único amigo de las víctimas, es inmoral porque las hay de todos los partidos, de toda condición social y distinto posicionamiento ante la estrategia de dialogar con ETA: recuérdense las opiniones al respecto de las viudas de Fernando Buesa, José Luis López de Lacalle o Juan Mari Jáuregui, entre otras, quienes, con todo su dolor, apoyan una solución al terrorismo que si debe pasar por el diálogo, y eso supone el fin irreversible de ETA, pues se debe llevar a cabo.
Evidentemente, los que creemos en la paz y en el diálogo para llegar a esta, también estamos seguros que mientras los terroristas etarras sigan poniendo bombas, sigan con las armas en sus manos, en sus zulos, sigan extorsionando no hay lugar a ninguna negociación. Una voluntad firme de abandonar la violencia y, por ende, de evitar una muerte más, debe negociarse. Sería el fin de los etarras. Eso lo saben hasta las 250.000, 850.000, un millón, o varios millones de personas que se manifestaron el sábado. Eso lo saben los que no acudieron a la manifestación.

SERGIO CANO
Publicado en Diario Siglo XXI (www.diariosigloxxi.com)

25 mayo 2005

__________CÉLEBRE ADELANTO DE ELECCIONES.

¡…Y otra vez a vueltas con la misma historia! El sr. Zaplana vuelve a hablar de adelanto de las elecciones generales. El porqué; pues ahora parece ser que en España tenemos el gobierno de izquierdas más radical de toda Europa, dice. Pues vaya, debe de estar el país al borde del colapso porque si no ¿a qué se debe esta exigencia? No es casualidad, no es una ocurrencia de última hora. Es el objetivo principal que se ha marcado el PP desde la noche del 14-M.
Evidentemente todo esto sucede a la sombra del adelanto electoral anunciado por Schröeder en Alemania, en medio de un ambiente absolutamente diferente al de España. Pero, ¿Schröeder adelanta las elecciones para ganarlas o para perderlas? Lógicamente esta pregunta se responde sola: acabar la legislatura sólo serviría para erosionar aún más el SPD; aún puede salvar algunos muebles. No obstante, claro, ahora que el sr. Zaplana se atreve a pedir el adelanto electoral es de suponer que lo hará con los últimos datos del CIS y con los de los sondeos hechos por El País y El Mundo en la mano, datos que ilustran que el líder popular, Rajoy, perdió el Debate sobre el Estado de la Nación, acontecimiento sobre el que giraban buena parte de las esperanzas de recuperación de un partido que sigue sin encajar la derrota de las pasadas elecciones generales. Debate que, como ya hemos dicho en alguna ocasión, bien pudo ser el cenit de la crispación política reinante en la actualidad. Pregunta del millón: ¿ganaría el Partido Popular las elecciones en caso de que se adelantasen? En principio parece ser que no. Entonces ¿qué pretenden?
De nuevo los populares vuelven a hacer planear sobre los cielos de un ambiente político irritado sus deseos de que no se acabe esta legislatura, algo que no es nuevo porque en algo más de un año se ha repetido varias veces. Queda con esto un poco más claro que nuevamente el PP se despoja de su chaqueta de “oposición constructiva y responsable” de la que tanto alardearon en su momento y nos vuelve a descubrir su verdadera vestimenta: la agitación constante, no se sabe muy bien para qué, pero que podría sintetizarse en el famoso vídeo de la FAES.
Sería demasiado fácil acudir a las hemerotecas de los últimos años, cuando el Partido Popular gobernaba, y leer innumerables titulares donde el mismo señor que reclama el adelanto electoral pedía a la oposición responsabilidad, sensatez y, sobre todo, que no fuese desleal. Todas esas palabras duermen ahora el “sueño de los justos” dentro de las actuales líneas de acción de la derecha.
Cada vez que se habla de adelanto de elecciones, y se lleva hablando de esto desde las primeras semanas de legislatura, se olvida que lo que hay es porque se ha votado democráticamente, el deseo de la mayoría de ciudadanos.
Hay que saber gobernar, pero también hay que saber hacer oposición.


SERGIO CANO.
Publicado en DIARIO SIGLO XXI (www.diariosigloxxi.com)